Sunday, August 19, 2007



Madrugada...

Son las dos y diez de la madrugada, entra una brisa fresca y suave por la ventana de mi cuarto, que me acaricia la piel y los hombros.
Pesadilla, susto, sobresalto, no se que fué pero estoy despierto y ahora no puedo dormir, sentado en la oscuridad a la orilla de mi cama, donde estuve hablando contigo por teléfono esta noche, me levanto de aquí y tu eres lo primero que llena mis pensamientos.

La vela que encendí mientras hablaba contigo se consumió hace poco.

Es extraño lo sé pero de alguna manera siento que estoy de guardia, sosteniendo este extremo del universo para que no caiga sobre ti.
Un extremo en la madrugada de verano hermosa y fresca, y la vez un poco lluviosa y la luz, suave, donde el alcohol nunca hace daño y un abrazo y un beso se pueden alargar magicamente y congelarse en la eternidad.
Ya sé que es extraño, pero pienso que mientras esté aquí, despierto, mientras tú duermes, estaré vigilando que las pesadillas no te toquen.
Alguien debe tener la luz encendida y quererte, aunque sea armado con lápiz y papel, sin espada, sin escudo, y sin armadura.

Sentado en mi cama, enciendo otra vela, su luz no tarda en inundar mi habitación tornando la oscuridad en colores claros y amarillentos, dibujando formas y sombras, pequeños fantasmas que parecen burlarse de mi, me aproximo a mi ventana,
no puedo ver la luna desde aqui, recuerdo cuando solia recostarme en el silencio de la noche y contemplar la luna y las estrellas durante horas, ahora una frías latas de zinc se interponen entre es cosa maravillosa negriazul y yo, otro sorbo de alcohol, suena música suave de fondo, me pierdo en el sonido del saxofón, parece estar coqueteando con la guitarra, coquetean, se tocan, hacen en el amor en medio de la canción.




Imaginándome como ponerte a salvo con el sonido de un saxofón, como sentarme a la orilla de tu cama, y contemplarte en silencio mientras duermes.
Imaginando como invitarte a bailar a la luz de las velas, y nos perdemos, giramos, una y otra vez, cerca muy cerca, el saxofón se eleva mientras avanza la noche.

Mi barba roza suavemente tu frente, mientras tu escuchas mi corazón latir en mi pecho, y la música se apasigua y la guitarra se retoma delicada pero energicamente la melodía, seguimos perdidos, girando, una y otra vez, tu soñando y yo despierto.
Escucha... no pienses... solo cierra tus ojos y escucha... es la música de tu corazón y el mio, latiendo como uno solo, y bailando en el espacio y la inmensidad... solo escucha.

Dentro de poco despertarás, y no recordarás, la luz del sol inundará el cielo, y un nuevo dîa dará comienzo para ti antes que para mi, son las tres de la mañana finalmente la pequeña vela que había encendido esta por consumirse, quiero quedarme ahi contigo, quiero mirarte a los ojos y decirte tantas cosas sin mover mis labios, quiero perderme para siempre en ti, y nunca regresar... pues te siento aquí, aquí te siento... y mi corazón y mi alma estan allí contigo...